Democracia de Papel
Ciertamente, entre todo lo que leí hoy, me quedo con el comentario de Eugenio D’Medina Lora en Politico.pe. Muy claro. Aquí abunda la hipocresía, el acomodo y la cobardía en nombre de la democracia y la gobernabilidad del país. No les importa que el Perú se detenga económicamente, que haya más que indicios acerca de la corrupción de este gobierno y que, por supuesto, Humala y cía. no hacen lo poco que les toca –digo esto, pues en columnas anteriores ya he expresado parecer acerca de cómo se maneja al Perú-. En parte, la imagen de este post retrata la realidad de nuestra nación.
Para la gran mayoría de escasos mentales es antidemocrático y desestabilizador hablar de vacancia presidencial por cuestiones morales, es un desacato hablar de censura y desastroso tratar de desaforar a algún congresista. Por amor a Dios, todas las figuras mencionadas son formas legales para PROTEGER AL PAÍS Y SU FORMA DE GOBIERNO, seleccionar a los mejores y sacar de posiciones alturadas a quienes se escudan en la inmunidad de sus cargos para delinquir. Con el desgobierno que vivimos creo que botar a esta gentuza del Poder y llamar a elecciones cuanto antes sería lo mejor. No podemos negar que cada vez se nota más la mano autoritaria para algunas cosas y la poca muñeca para otras. Es claro que Ollanta quiere hacer todo lo malo para “PRESERVAR LA DEMOCRACIA”.
Si no fuera así, no tendría sentido el reglaje a figuras políticas –partidarios incomodos y opositores claros- y otras figuritas fregadas. Dejemos la ingenuidad de lado, durante toda nuestra historia hemos vivido situaciones similares, si no hemos aprendido de eso es que somos un pueblo IMBÉCIL. Estamos en la misma situación que antes de cualquier golpe de Estado (incluyendo los autogolpes). Triste es que casi nadie lo vea y que los que lo ven no tienen los cojones para decirlo.
Por si acaso, para tanto asno que hay por ahí, no estrechar la mano ni ir a una recepción protocolar no es DESAIRAR LA DEMOCRACIA, es cuidarse y tener amor propio, más con todas las porquerías que está haciendo nuestro Presidente. Dicho sea de paso, éste ha declarado como enemigos acérrimos a todos los grupos de oposición hasta por el pasar de una mosca. Pongamos las cosas en su real dimensión, no seamos politiqueros ni timoratos.
Sé que esto les dolerá a muchos, pero no me voy a cansar de decirlo: la putrefacción de este gobierno no tiene justificación ni puede pasarse por agua tibia –ciertamente ningún acto similar debe-, pero lo peor es que, a diferencia de los gobiernos post ochentas, Ollanta recibió un país con arcas llenas, que crecía, que tenía relativa estabilidad y se fortalecía la democracia –de hecho, por eso ganó-. Ahora, va a dejar un país –si es que no se entornilla- con déficit fiscal, que no crece, en el que la inversión se corre, en el cual han pululado los rojos incompetentes en todos lados, donde el crimen organizado crece exponencialmente, donde se premia a los terroristas (se sacan leyes que los favorecen, se les deja ir con total descuido y se les paga indemnizaciones pese a que son CRIMINALES). ¡Wow, bonito Perú!