#ElPerúQueQueremos

La moda de lo "terruco-soft"

Sutilezas que no son sutiles.

Publicado: 2015-01-14

Parece que últimamente está de moda todo lo “terruco-soft” –por decirlo de alguna manera-. Estoy con nauseas gracias a algunas noticias y personas taradas que opinan sin pensar y tratan de ampararse en hechos que son conocidos por todos nosotros y que todos condenamos.

Era suficiente con tener que soportar a los imbéciles ideologizados e improductivos en todos lados, bien infiltrados y hasta reventándose sueldazos en instituciones estatales. Probado está que hemos tenido –o tenemos- congresistas, asesores políticos y demás que son representantes de esta gentuza radical. Luego tuvimos que soportar que se organizaran en ONGs de DDHH y otros grupos como el MOVADEF, sociedades que rozan lo delictivo constantemente. Ahora, para aumentar la asquerosidad, tenemos que aguantar sus empujones de “arte popular”, de muy baja calidad, que loan a genocidas y sus antivalores. Manifestaciones de una estrategia -anteriormente utilizada- que les rindió frutos. 

Para rematar, también, tenemos que sufrir que salgan hablando sandeces en la tv y la radio, que escriban columnas y reportajes en periodicuchos o en blogs. He visto varias entradas “muleras” en el tono de esta gentuza –terrible-, haciéndolos ver como personas que aman a sus familias y que están arrepentidos del mal que han hecho. Claro que no dan ninguna muestra real de rectificación. ¿Por qué defender lo indefendible y tratar de abrir un debate donde no lo hay? Las cosas están clarísimas.

Pensar que se puede confiar en los ex reos y/o darles el beneficio de la duda es de IDIOTAS. Solo como evidencia: contantemente hacen apología en entrevistas, con panfletos, en charlas "universitarias", con arte; ¡carajo! ¡es un delito que no se pena con severidad gracias a interminables procesos y gente corrupta! Aparte, sus organizaciones de “reconciliación” están repletas de “reformados” que siguen con las mismas ideas y mañas que en los 80 y 90. ¡BONITO CAMBIO! ¡Habría que ser tarado para no hilar las cosas y darse cuenta de la realidad que nos pintan! Eso me hace pensar en el Poder Judicial y en nuestros políticos que alegremente tuercen las leyes y/o aprueban normas que benefician a toda esa gentuza. Ejemplos: la ley Antauro y las jugarretas de los magistrados para darles beneficios penitenciarios y reinstaurarles derechos civiles que perdieron al estar presos. ¡Qué tal raza!

En mi modesta opinión, no podemos dejarles ganar terreno en lo material ni en lo ideológico. Por una parte, hay que llamar las cosas por su nombre; definitivamente no maquillarla con que fueron fuerzas beligerantes, abigeos, incomprendidos o criminales comunes. Asimismo, hay que combatirlos con propuestas programáticas, cifras, datos históricos -cosas contra las cuales no tienen argumentos y solo hará que apelen a su retórica sin sentido quedando en evidencia-. Por último, hay que tenerlos vigilados constantemente y a la primera señal de que siguen en lo mismo –que ya han dado muchas- cazarlos y llevarlos de vuelta a la cárcel, boicotear su logística y sus flujos de dinero. Si hubiera pena de muerte, de frente al paredón; sería más fácil, nos ahorraríamos males y bastantes monedas. La verdad, si siguen con vida, presos, es para prolongar sus operaciones y corromper gente: un desperdicio de recursos estatales -NUESTROS IMPUESTOS-. O sea, pagamos para mantener a quienes nos hacen daño, es ilógico.

Sin embargo, los izquierdistas –sus primos, que utilizan las mismas mañas, solo que menos violentas o disfrazadas- dirán: “no pasa nada, solo ejercen un derecho constitucional”. ¡Sí, con la mayor concha, pana y elegancia pues no respetan al Perú ni la democracia, pero se aprovechan del estado de derecho! Lo que hace este gobierno, con el Urresti-show y demás cae en mostrarse ajenos, decir que los tienen vigilados y que se les combate, pero en el fondo se les da la oportunidad de victimizarse y dejar que utilicen sus competencias como ciudadanos.

Pensemos, mientras Urresti despotrica, los otros son más moderados e incluso hablan de exageraciones de parte de la prensa, de la procuraduría y del propio Ministro del Interior (caso Ana Jara). Esto va más allá de supuestas pugnas dentro del nacionalismo, que no las hay y que todos conocemos sus fines corruptos. No olvidemos que para Ollanta, Sendero y el MRTA eran como Robin Hood y hacían un bien a la sociedad, porque eso es lo que implica si hemos leído las historias que tratan del bandolero de Sherwood. Inverosímil e inmundo.

Del APRA y el fujimorismo todos conocemos su postura al respecto y lo que hicieron en la época del terror como partidos (o grupos) –que fueron de los más activos para pechar a los terrucos-. El centro y la derecha menos combativos -entiéndase todos los que son tipo Acción Popular o el PCC- dirán que hay que tenerlos vigilados, sin atacarlos a menos que comentan delitos. Aun así, muchos abogarán por el “debido proceso”, pues “hay una línea muy fina entre la lisonja (el crimen) y una mera expresión que se puede sacar de contexto”. Los liberales dirán que hay que dejarlos hablar idioteces y que hay que combatirlos con ideas y recuerdos. Como si muchos de ellos tuvieran las agallas para hablar abiertamente y poner el pecho –conozco muy pocos casos de liberales que tienen los pantalones bien puestos para hacerlo, los respeto y los aplaudo-. Todo eso sin contar que tenemos una población altamente ignorante y sin criterio, centrada en el espectáculo o el fútbol.

Lo que nadie toma en cuenta es que los "reformados" no han descartado sus ideas radicales -de hecho son más intensas-, que están bien organizados, que tienen un discurso bien preparado. Alegatos que tuercen a los que no tienen las ideas claras, a los que no saben nada -incluso "teniendo educación"- o que, simplemente, son borregos vestidos de humanos que si algo les parece “chévere” lo seguirán alegremente porque son REBELDES Y LIBRESPENSADORES –cuando solo son unos descerebrados y acomplejados-.

Ya cometimos el error, como sociedad, de darles espacio y pensar que pueden reivindicarse, y los resultados fueron espantosos. ¡Aprendamos de nuestra historia! No olvidemos que la apología y la "educación ideológica" son el prólogo de la violencia. ¿Queremos vivir nuevamente la misma mierda? –disculpen la expresión, pero no creo que haya otra palabra que contenga la carga que quiero darle-. Para mayor desgracia, tienen la mesa servida y la vajilla es de plata.


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.