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El Comercio

Esclavos modernos. Reacciones.

Es muy bacán escribir cosas cuando el cinturón no lo aprieta a uno

Publicado: 2014-12-18

Ahora, quisiera analizar una estupidez que acabo de leer en El Comercio que terminó por confirmar mi recelo frente a la norma. No basta la porquería de la izquierda propugnando la lucha de clases nuevamente, ahora salen los liberales a decir pachotadas. En especial hablo del poco razonamiento que lleva a poner con pomposa alegría el título siguiente: Cinco críticas que la propia ley desmorona.

Crítica 1: Se despedirá a mayores de 25 años para contratar a jóvenes y Crítica 4: Se les quitará beneficios a los jóvenes que están trabajando actualmente

Yo sí creo que pasará, a diferencia de lo que piensa la analista Alejandra Costa (autora de la nota). Sencillamente porque el Estado no está en capacidad de fiscalizar nada. No solo por un problema de estructura y recursos, sino por la idiosincrasia de los funcionarios, empresarios y trabajadores. ¿Saben cuánto se demora en procesar una denuncia el Ministerio? Jamás se cumplen los plazos de ley y, en el caso de darse una sanción, siempre se puede arreglar con el fiscalizador. Por favor, idiotas no somos.

En nuestro país, con tal de llevarse un pan a la boca, la gente acepta cualquier condición. Aquí todo el mundo ha asumido que quienes están en planilla tienen profesión o que todos son altamente calificados en una labor específica (pese a que muchos son obreros, están en planilla, y capacitarlos no cuesta nada por lo simple de las funciones). Ellos serán los perjudicados, al haber uno sustancialmente más barato: “CHAU, prueba que el despido es injustificado, gastarás más en denunciarme”. El segundo caso será: se les rescinde el contrato, se les renegociará a todos o se les dará uno adaptado –si son nuevos- sin discriminar edad ni status anterior, solo para contratarlos con un sueldo menor pero manteniendo los “beneficios”. Eso lo he visto en Chile también. La gente con tal de no perder algo que asegure su comida y parte de sus otras necesidades, aceptará. Como fuese, la sartén siempre la ha tenido el empleador. Por ende, la lógica de la Señorita es endeble, en especial por las pocas barreras de honor, respeto y educación que hay en nuestra sociedad actual.

Crítica 2: Los jóvenes no tienen ningún beneficio laboral y Crítica 5: Las empresas no los capacitarán si no les apetece

La norma da algunos beneficios a los trabajadores, cierto. También es real que en la informalidad no tienen nada, salvo su sueldo entero. Veamos punto por punto. (1) Seguro de salud subsidiado por el Estado = más gasto para el país, pero bueno para el trabajador y empleador (claro que hay que decir que la atención es un desastre); (2) 15 días de vacaciones = no está mal, pero tampoco es que sea la maravilla; (3) pago de horas extras = ¿Quién en el país las paga? ¿Las grandes industrias y grupos económicos? Ni eso, pues conozco varios casos de cerca donde te dicen que “te pongas la camiseta y la sudes” y los empresarios saben cómo sacarle la vuelta al asunto; (4) ingreso al sistema previsional = menos plata en el bolsillo hoy y pocos beneficios futuros.

¿Son beneficios?, sí y no. ¿Son atrayentes? Para nada. Es mejor que nada, pero no es la panacea como quieren hacerlo ver. Desde el hecho que van a descontar AFP u ONP, alrededor del 13% de los ingresos, deja de ser beneficioso para alguien que no gana mucho. Digamos que el trabajador gana S/.750, descuéntale los S/. 97.5, le quedan S/. 652.5, ¿Quién vive con eso? En ese sentido, sigue siendo mejor ser informal y andar a salto de mata. Es muy bacán escribir cosas cuando el cinturón no lo aprieta a uno, creo que a la Señorita Costa, como a varios idiotas, le falta ver un poco más la realidad. Son una infinidad de personas las que no ganan más del mínimo y son una infinidad de jóvenes que pasarán por lo mismo. Por ahí saltará alguna voz a decir que tienen apoyo de sus familiares o que lo que queda del sueldo es mejor que nada. Pero olvidan que muchos, también, apoyan en su casa o son los únicos responsables de sus familias (situación común en los sectores de menos recursos).

En el caso de un joven que sale de la Universidad o Instituto, bueno, es un insulto haber pagado tanto para ganar eso y/o haberse esforzado tanto. El empresario no optará por el Régimen General con la otra opción vigente. Asimismo, es una gran mentira que a todo egresado le llueven las propuestas de trabajo o que todo profesional trabaja en su campo y que hay un abanico de posibilidades puestas a los pies.

Si el deseo de nuestros políticos es formalizar, tener contenta a la gente y dar oportunidades a los de menos recursos, incluso quitando los beneficios (que ayudan bastante), ¿por qué no subieron la remuneración mínima vital un poco? Igual el empresario hubiera pagado menos en suma y la gente no estaría tan renuente a aceptar este tipo de condiciones risibles. Además, ¿por qué se les mantiene el régimen de horas de trabajo? Eso fastidiará el que puedan ir a estudiar de noche por dos razones: tiempo de labores y traslados, y los costos involucrados.

Las capacitaciones dentro de la empresa o similares, seguirán siendo activas en el papel solamente. Solo las grandes empresas, en cosas muy específicas, capacitan a su personal, cursillos miserables. Lo demás no deja de ser convenios para la foto o "ayuda" para que estudien, pero sin el tiempo y los recursos, ¿es eso factible? ¿Es viable, realmente, que el empleador priorice el estudio de su trabajador, cualquiera sea su condición, por sobre el trabajo? Por favor, eso no pasa ni con los que ganamos bien y tenemos cierta seguridad. Hay casos, pero son muy aislados. Nuevamente, ¿Quién fiscaliza que ello se cumpla?

Crítica 3: Es un régimen más abusivo que los vigentes

A diferencia de lo que cree la columnista: Sí lo es. Primero, todos los regímenes laborales son abusivos, en menor medida el General, que puede mejorar y, pese a todo, brinda seguridad. Segundo, la comparación es fácil en el papel y la teoría, pero ¿han funcionado? No. En el caso de las PyMES, con todas las idas y vueltas, se puede entender que tenga ciertas condiciones especiales debido a la naturaleza de la empresa y demás. Sin embargo, con este régimen, se le faculta al gran empleador a tomarlo indiscriminadamente (pese a que el papel diga otra cosa, no quiero repetir lo dicho anteriormente).

Por favor, usemos un poco de lógica. Las grandes empresas peruanas no son competitivas, no por los costos laborales, sino por la poca visión constructiva de futuro que tienen. Eso ha ido cambiando con las nuevas tendencias de RSE, Valor Compartido y XYZ, pero en comparación a otros países estamos en pañales. Además, hay una repercusión directa de la estupidez estatal y de impuestos altos en los números. Escalonando las tasas impositivas, bajándolas un poco, se les daría el respiro que necesitan.

Solo para terminar:

Como dije, creo que lo mejor hubiera sido bajar los impuestos y bajar un poco el porcentaje de los beneficios sociales -eso sí, manteniéndolos todos- para cierto tipo de trabajadores (en este caso, los que no cuentan con estudios o están en situación especial de pobreza) para incentivar sus contrataciones. Al menos, no se habría llegado a la bronca actual, hubiera sido más fácil consensuar y mirar a futuro. En un país donde pocos tienen buena voluntad, pensar que la ley, tal como está, caminará bien: es tonto. No estamos en el País de las Maravillas, dejémonos de hipocresías y de poca empatía.


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.