Hoy tocaré 3 temas a la volada por la falta de tiempo. Regresé a Lima con motivo de la COP20 y espero llevarme una buena impresión de la que pase.

1. Presupuestos y fantasías.

Nuestro Presidente vive en el País de las Maravillas porque habla de cambiar el Perú el último año de su gobierno con más plata para todas las instituciones estatales. Ha olvidado que, en promedio, todas no han ejecutado más del 60% de las partidas del 2014. También se olvidó de contar la corrupción galopante que hay desde las municipalidades hasta los ministerios, dinero que se tira al agua y que pasa como parte de obras realizadas. Este tema trae a colación a todos sus amigotes, gentita de la que no declara nada porque tener una entrevista sería mancillar la majestad de su cargo. Otra prueba más de que nuestro presidente y su entorno no tienen ni idea de cómo llevar el país a buen puerto y que están ahí para llenarse los bolsillitos.

2. ¿Urresti ganaría en segunda vuelta?

De ser cierto demostraría que la gran mayoría de peruanos son imbéciles. Iba decir que un palurdo sin educación no puede gobernar, pero sería olvidarme de Ollanta que calza perfectamente en las características y que, desgraciadamente, rige. No entiendo cómo se puede ver como positivo las obras de Urresti si no ha hecho absolutamente nada. Cero resultados y pura propaganda. Propaganda que hace que los delincuentes estén prevenidos de las “nuevas formas” de operación policial -al punto que varias bandas se hayan aprovechado de la forma de intervención del grupo Terna a días de su instalación-.

Parece que la izquierda peruana –maltrecha e ineficiente al extremo- ha optado por la estrategia de “miente, miente que algo queda” para hacer creer que este tipo es el idóneo. En ese sentido, hay que tomar con pinzas la encuesta de GfK, que, sin duda alguna, no muestra claramente lo que ocurre en las calles. Siento que hay un sesgo, más porque fue presentada por el grupo La República, fieles ladradores del gobierno de turno. Dudo mucho que alguien sensato se sienta más seguro en las calles o crea que el Ministro del Interior puede hacer bien al país. No obstante, en mi amado Perú la sensatez es cada vez más escasa.

3. ¡Qué tal cuajo!

La verdad no me explico como un tipo con tan dudosa reputación –lo mínimo que hizo fue mentir en su hoja de vida- puede haber llegado a ser procurador anticorrupción y pueda ser considerado especialista. No entiendo como puede ser considerado un ejemplo de moralidad para algunos. Será especialista porque conoce el teje y maneje desde dentro, y ejemplo de cómo ser perro guardián. Y, pese a ello, tiene el cuajo de criticar a otros por hacer lo mismo que él hace. Si fuera realmente alguien con la calidad ética para hablar se le aceptaría y tomaría de buena gana; desgraciadamente, adolece de cada una de las características de alguien probo.

Parece que este señor se olvida que “luchó” contra la corrupción bien digitado. Solo veía porquerías de los enemigos políticos de sus amigotes izquierdistas. No estuvo mal que emprendiera algunas acciones en contra de varios desgraciados que todos conocemos, pero se le olvidó meter las narices en la porquería de sus amos que han tejido redes para delinquir a vista y paciencia de todos, que han sacado leyes con nombre propio y se han enriquecido ilícitamente hasta por vender caramelos. Este gobierno acumula más pruebas e indicios de ilegalidad que los 3 anteriores juntos (Paniagua, Toledo y García). ¡Salud por un trabajo bien hecho! –sí, es sarcasmo.

Nota: Agradezco algunos insultos que me dejaron en mi correo con motivo de mi post anterior, eso demuestra que pise algunos rabos de paja y me hace sentir orgulloso.