Como bien dije antes, es necesario recordarle a Ollanta Humala que la mitad del país no votó por él, que no creemos en su proyecto ni en sus camaradas. En suma, él gobierna para todos los peruanos y no solo para su tribu. Ya bastante nos ha impacientado con lo mal que ha hecho y con lo que ha dejado de hacer como para aguantarle pachotadas. Solo por ello hay que recordarle sus acciones y creencias:

1. La gran transformación es un plan totalitario. Lleva al comunismo al nivel más inmundo que tiene. En eso cree y lo vende con subterfugios. Nuestra izquierda, su izquierda, nunca ha renunciado a querer su revolución bolchevique. Basta ver cómo han metido mano en todas las instituciones gubernamentales y cómo pasan por encima de la ley para obtener lo que quieren –y eso se ve con mayor claridad en provincias, donde sin haber tomado los cargos amenazan a empresarios y contendores políticos-.

2. Hizo apología al terrorismo. Defendió a Sendero Luminoso y demás basura que tanto daño hicieron al país. Gracias a esas lacras murió mucha gente inocente y todos vivíamos paranoicos, nuestras ciudades decayeron y el daño a la economía fue brutal. En su gobierno, vaya casualidad, el crimen organizado -incluyendo a los terrucos- se ha multiplicado. Pruebas: leyes que benefician a asesinos, terroristas y demás, sólo con la ambición de sacar a su sedicioso hermano de la cárcel. Aparte hay que contar la pésima planificación de la lucha antiterrorista y lo laxa de la misma, que ha permitido que subversivos se infiltren en universidades, colegios y demás instituciones estatales con total libertad. Esperemos que no tengamos otro brote guerrillero en los próximos años. Sin contar que las medidas del "popular" Urresti contra las fechorías son risibles también.

3. Apadrinó un levantamiento contra un gobierno elegido democráticamente. Quería sacar del poder a quien ahora es su aliado más cercano: Toledo. Pruebas: declaraciones sobre las acciones de su hermano Antauro mientras que él disfrutaba de ser agregado militar en otro país y se reventaba un buen sueldo.

4. Cobraba cupos a los narcotraficantes cuando estaba apostado en provincias y tenía tratos con ellos. Hay demasiada información sacada por la prensa al respecto como para ignorarla o pensar que no tiene un fondo de verdad –más al ver a quiénes lleva en sus listas electorales-. Como resultado de lo anterior, defendió a los narcotraficantes que están dentro de su partido. Pruebas: ver caso de Nancy Obregón solamente.

5. Ha llevado al país a estar a puertas de una recesión económica. Más allá del entorno y la responsabilidad de malos empresarios y terceros, hay que leer todo lo que han hecho los izquierdistas con tal de declamar que recibieron un Perú quebrado y no pudieron hacer nada.

6. Por último, tiene las manos bien sucias con los temas que suenan y resuenan en las noticias: Casos López Meneses, Orellana y Belaunde Lossio. Gente que, por ser mafiosos, tienen contactos con todos los que tienen algo de poder. Sin embargo, eso no lo exime de su responsabilidad.

Por estas y otras razones más –que no pongo por motivo de espacio- Ollanta Humala y sus correligionarios están cuan o más descalificados para hablar de moral. Vale decir que muchos de los temas tocados anteriormente son de responsabilidad, también, de quienes están encargados de planificar y ejecutar las cosas; sin embargo, si a otros se les imputa la autoría y complicidad en situaciones similares, creo que estamos en nuestro derecho de imputárselas a él en este contexto. Sus propios dichos y acciones lo condenan. En todo caso, está en la misma posición que sus adversarios políticos.

Solo una nota: NO TENGO FILIACION POLITICA, NO CREO EN EL CIRCO QUE SOPORTAMOS Y NO ME INTERESA LA OPINION DE GENTE QUE DEFIENDE LO INDEFENDIBLE. SALUDOS.