Parece que entrampar es el negocio del partido de gobierno. No solo se han dedicado a liar todo lo bueno que se construyó en los gobiernos anteriores, ahora se especializan en enredar cada vez más los asuntos donde ellos deberían responder por su propio bien. Tal cual ha pasado antes, con este tema de Belaunde Lossio se ven sus verdaderas intenciones y contactos.

Solo una persona con escaso nivel de razonamiento saldría en defensa del Gana Perú. Es claro no tienen la menor intención de ayudar a que las cosas se esclarezcan y a que les caiga el peso de la ley a todos lo que lo merezcan. Deslindan y protegen a la vez, eso reafirma que son un gran monstruo esquizofrénico con ínfulas de suprema moralidad –ya todos sabemos de qué pie cojean-. Es un hecho que varios tienen las manos manchadas.

Apuesto que ninguno de los casos que hoy saltan en la prensa se resolverán hasta el próximo gobierno. Eso siempre y cuando a esta gentuza no le carcoma las ganas de perpetuarse en el poder. De hecho, el tiempo que van ganando ahora lo utilizarán para borrar las huellas de sus delitos y victimizarse.

Por otro lado, quiero comentar el desmadre que ha habido y habrá con los ambulantes en el centro de Lima. Por ahí vi que reclaman porque tienen permisos municipales para operar en la zona hasta fin de año. Más allá de que cada campaña navideña trae consigo la misma cantaleta, esta vez creo que será mucho más bravo sacarse a los informales y semi-formales de encima. Las medidas descontroladas vuelven a alcanzar a nuestra alcaldesa y equipo. Después habrá unos cuantos heridos por las grescas entre el Serenazgo y los comerciantes, alguna acción de amparo y cosas por el estilo. Ese es el riesgo de promesas y propuestas populistas sin gota de criterio técnico.

Aunque les arda a muchos, en las gestiones anteriores se procuró mantener la limpieza y el orden en el Centro de Lima. Se les reubicó a los ambulantes, se les formalizó y etc.. Asimismo, los comerciantes se llegaron a acostumbrar a mantener cierto orden y respetar los espacios señalados como intangibles. Tal es así, que recuerdo caminar con mi madre con menor dificultad en los siempre abarrotados jirones.

Creo que el trauma de Mesa Redonda caló hondo, pero, como es usual en los peruanos, se olvidó apenas se dio la oportunidad de hacer lo que venga en gana. Siempre ese maldito tufo de nuestras autoridades comprar-votos tratando de ganar simpatías con el cumplimiento de ofrecimientos a la prepo. Por confundir el significado de "inclusión" es que nuestro entorno se ha vuelto cada vez más chicha y nauseabundo. Y eso no es culpa solamente de los ineptos en el poder, como sociedad somos responsables de no educar y corregir. Nunca hay reflexión ni visión para tomar en cuenta las repercusiones de cada acto. Superponer problemas, entrampar...

¿Cuándo será el día que aprendamos de nuestros errores? ¿Cuándo será el día en que seamos responsables de nuestros actos? ¿Cuándo será el día que un voto valga algo realmente? ¿Cuándo ser el día que nuestros gobernantes se dejen de estupideces? Como me dijo uno de mis tíos abuelos: “me sigo haciendo esas preguntas por más del doble de tiempo de lo que llevas vivo..."