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Nimiedades Internacionales (1 de 2)

El berrinche de los chilenitos

Publicado: 2014-10-29

El triángulo terrestre, menudo tema. Por cuestiones del trabajo, el año pasado, tuve la oportunidad de estar varios meses en Chile y ganarme con lo que piensan. Las sensaciones son mixtas, hay un fuerte contrapunteo y harto complejo de superioridad e inferioridad en los chilenos. Ambos finales llevan a que gente de izquierda y derecha tengan como única coincidencia o querer borrarnos del mapa o vivir en paz con nosotros. Según mi experiencia, es un 50%-50%, o nos odian o nos aman. Sí, despertamos pasiones enfermizas a dónde vamos.

Como fuese, se le tiene que responder burlonamente a los majaderos políticos chilenos que propugnan abusar de nosotros. En lo particular, todos saben que creo que los nacionalistas, en especial nuestro presidente, son unas tiras incapaces y corruptos; pero al tratarse de un tema tan sensible como la integridad de la patria, sojuzgar nuestras diferencias doctrinales se vuelve una prioridad. El que los congresistas chilenos y otras autoridades sureñas se refieran en términos peyorativos a nuestro gobernante es un insulto a nuestra nación. Es a nivel de representantes de Estado, por tanto, es inadmisible.

Por último, si como peruanos criticamos a nuestros gobernantes es porque nos vemos afectados por sus acciones directamente y eso nos da el derecho de hacerlo. Con ello no busco negar que cualquier persona de cualquier país pueda tener su opinión, simplemente, no es pertinente que se inmiscuyan y/o revivan un asunto que estaba cerrado, oleado y sacramentado. Si los llorones chilenos quieren "zanjar" el tema -según todos ya estaba cerrado-, deberíamos forzar el arbitraje de EEUU, tal cual manda el tratado de 1929. Y vale decir que no quieren llegar a ello porque han incumplido varios puntos y, por ende, saldrían perdiendo. En su defecto, mandarnos de nuevo a La Haya sería una buena jugada y les cerramos la boca de una vez por todas. Otras opciones no son viables, por el momento, para ninguna de las partes.

No vislumbro movimientos militares en el futuro cercano por lo siguiente:

(1) No duraríamos mucho, salvo alguna novedad y milagro. Si la situación militar peruana fuera otra se podría "pechar" y aprovechar las ventajas sociales, económicas y de relaciones internacionales que, pese a todo, tenemos. No nos conviene un conflicto armado, más aún con la delincuencia creciente, corrupción y el renacer terrorista.

(2) Chile crea una simbiosis directa con nosotros, nos necesitan para sobrevivir económicamente. Desgraciadamente, parece que no nos hemos dado cuenta que tenemos el poder de negociación y que es: nuestro país, nuestras reglas. En el mundo actual, salvo alguna estupidez internacional, Chile se bloquearía automáticamente si pelea con nosotros. Su erario ha reportado caídas y su deuda ha crecido (sin contar otros males económico-laborales), cometerían suicidio si nos atacan. Si esto no fuera así, hace más de dos décadas que tienen lo suficiente para ganar una guerra (militarmente hablando). Aún les conviene estar en paz.

(3) Sus otros vecinos también se la tienen jurada y más de uno quiere ir a las cortes. Un conflicto con Perú-Chile les daría la excusa perfecta para llevar a cabo sus propios procesos y acciones. Chile no dará esa ventaja tan fácilmente, más porque quebraría su imagen internacional (que golpeadita ya está).

(4) Tiene serios problemas internos y una guerra los fraccionaría más. Entre la extrema polarización política, las reformas postergadas (y mal llevadas), y los crímenes de lesa humanidad contra los mapuches tienen bastante. Además, hay un fuerte sentimiento antimilitar por la dictadura de Pinochet y los beneficios que disfrutan hoy en día también. El efecto unificador de una guerra no se mantendría mucho tiempo, de hecho, terminaría en una implosión. El espectáculo que dan no es más que una bravuconada para medir nuestras reacciones, a la vez que distraen la opinión pública de sus asuntos internos.

En el segundo post hablaré del terrorismo internacional.


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.