Llevo varios días fuera de Lima por trabajo y, la verdad, me desconecté del mundo. Por desgracia, lo primero que vi al entrar a un portal de noticias fue el show de la captura de Benedicto Jiménez y la noticia sobre un documento de los malnacidos terroristas.

En el primer caso, a mi juicio, ha habido cálculo político. Es evidente que quieren distraer a la opinión pública: (1) La negativa de Humala y Cía. de dar la cara por el caso López Meneses –que dicho sea de paso, es su obligación moral como gobernantes del país-. (2) Tras el circo de las interpelaciones, echarle agua fría al asunto y mostrar su “efectividad” en la lucha contra el crimen. Está bien que Benedicto tenga que responder a la justicia por los presuntos delitos de lavado de activos y asociación ilícita, pero no es el tipo más peligroso que anda por el país. (3) Darle un salvavidas a Urresti, cuya posición es insostenible por toda la chabacanería, poca estrategia y míseros resultados reales. Quien niegue estos tres puntos amparado en el floro barato de la publicidad estatal y las apariciones en programas de TV tiene serios problemas de razonamiento.

Respecto a lo de Sendero. Bueno, era de esperarse que trataran de avivar su antiguo poder echando mano de toda la estupidez del gobierno actual. El retroceso en la lucha frontal en todos los frentes hablan de: (1) la pésima memoria colectiva y la poca educación. Es increíble que, con todos los atentados que sufrimos las personas comunes, hayan desinformados o idiotas que pidan la “reconciliación” con esa gentuza que no ha cambiado su manera de pensar. (2) El poco criterio estratégico y el poco amor por la democracia que tienen Humala y Cía., quienes solo se dedican a fregar y condenar pese a que no son ejemplos y han descuidado sus labores (el crimen se dispara, la economía se detiene y ellos se llenan los bolsillo de plata). Seamos sinceros, los gobiernos de Perú Posible y el APRA, con todas sus estupideces y corruptelas habidas y por haber, mantuvieron a raya a SL en el VRAEM y el Huallaga. De hecho, hubo capturas importantes y se desarticuló muchas de las operaciones de la basura extremista.

Causantes:

(A) Tenemos que acostumbrarnos a decir las cosas como son, dejemos de ser hipócritas. Si es malo, es malo y punto. No debemos relativizar las nefastas acciones de tanto malnacido. Hay que reconocer lo bueno, ser hidalgo en ello, y condenar lo vil y combatirlo. Es así de simple.

(B) Tenemos que educar. Contar nuestra historia como fue, no como nos la han pintado o como tanto adoctrinado imbécil pretende contarla. Tenemos que dejar de exaltar los nombres de traidores a la patria, corruptos y delincuentes. Es el colmo que haya memoriales para los subversivos y que éstos sean enmascarados en nombre de las víctimas del terrorismo. En varios lugares se ha detallado la REPRESION ESTATAL y los crimines de los soldados, Fujimori y etc., entonces, ¿qué hicieron SL y MRTA? ¿Jugaron al té con muñecas y galletitas?

Conclusiones:

(A) Por la falta de verdad mostrada anteriormente han empezado a aparecer pintas subversivas, documentos y ha renacido el fervor comunista-revolucionario en las universidades de la mano del MOVADEF y otros grupúsculos de la peor calaña -y nadie hace nada-. Se les deja libres –pese a que la apología al terrorismo es delito-, no se les combate ni se les ridiculiza abiertamente. Por ejemplo, San Marcos o la San Cristobal de Huamanga son nidos de esas lacras nuevamente. Se les ha dado demasiada cámara y espacio para operar.

(B) Aparte, en el gran esquema de las cosas, las políticas estatales actuales promueven el crimen organizado. Como dije en otro post, tanto friegan al APRA por los “narco indultos” –obviando que sacaron la ley que quita beneficios por la reincidencia- pero los Nacionalistas sacaron la ley Antauro que ha permitido la salida de tanto terrorista, asesino y criminal ranqueado. Al paso que vamos, dentro de poco comenzarán los atentados, los apagones, secuestros y asesinatos masivos (sin contar las fechorías que ya sufrimos de otros malnacidos). ¿Quieren eso nuevamente?

(C) Tenemos que tomar suma atención a todo esto, minimizarlo sería un error imperdonable. Solo los idiotas cometen las mismas faltas. Es imperativo que tomemos conciencia y tengamos los cojones suficientes para decir estas cosas. Otra etapa de terrorismo o un “upgrade” de la situación actual (crimen desatado y economía en caída libre) sería fatal para el país. Más aún, sería terrible para todos nosotros, una generación que quiere vivir en paz y de su trabajo –aunque este sea autogenerado incluso.