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La moral nacionalista

Publicado: 2014-10-16

Ayer, Ana Jara mostró su verdadero rostro: una cobarde, servil y borracha de poder. No es inusual en el Perú, mucho menos al ver quién es y con quiénes anda. Hace un tiempo comenté a algunos amigos que la Señora al ganar el voto de confianza mandaría su discurso conciliador y moral por el drenaje -pese a que lo consiguió con voto dirimente-. A mi juicio, desde el momento que se dice cristiana y baila alegre con quienes rechazan abiertamente sus creencias más básicas no es una persona coherente ni de carácter. Digo esto pues los comunistas y los socialistas duros, por lo general, niegan la existencia de Dios –de hecho es parte de su doctrina- y se burlan de los que creen en Él. Ellos son “iluminados de la razón”. Como fuese, ese asunto de cada uno, pero la pinta de cuerpo entero.

El caso que nos atañe es, realmente, una novela de conspiraciones. Hay demasiadas aristas, hartos nexos confusos e intereses de por medio. Aquí hay metida gente de todos los colores, ideologías y banderas, es un hecho. No hay que ser un iluminado para darse cuenta que el nacionalismo tiene nexos con la MAFIA –y lo más seguro es que haya gente en cada partido o grupo que los tenga también-. Vale decir que uno de los brazos de este gigante era el montesinimo y, si pensamos lógicamente, éste cayó por tratarse del flanco más débil de la organización. Ya les estorbaba. Es una hipótesis más que coherente frente a la maraña que hay. Aunque les arda, las pruebas más claras de las operaciones y poder de esta mafia se han dado en el presente gobierno –eso sin negar que han tenido algunos asomos en los dos anteriores-. Muchos con tal de tener el poder, serían representantes exclusivos del Infierno.

Me parece una afrenta que nos restrieguen su doble moral a la cara. Ellos si pueden mandarse cacerías –justificadas e injustificadas- hasta por un estornudo, pero nadie los puede tocar ni preguntarles nada. Toman una posición donde quedan como más buenos que la Madre Teresa de Calcuta -que a ojos de cualquiera es una verdadera Santa-. Para los “Nadinistas” todo lo que les imputan son malos entendidos, odio y bajezas. Entonces, según su lógica, las pruebas de diversos casos, como el "López Meneses", no existen, pese a que son evidencias públicas, fehacientes y de todos los calibres. Lo más triste es que haya gente tan obtusa –o deficiente mental- que ponen las manos al fuego por personajes como éstos yendo en contra de lo que es un hecho: que están fregando al país y que todos lo sufrimos. ¿Son masoquistas? Aunque les fastidie, los gobiernos anteriores encaminaron al Perú por la vía del desarrollo, más allá de las porquerías que hicieron también.

Solo para terminar, ¿por qué gente tan "moral" como Ana Jara no cuentan sobre las leyes con nombre propio? La Antauro y sus hermanitas son el mejor ejemplo. Dicho juego de leyes ha beneficiado a terroristas, asesinos y demás engendros. Tanto friegan al APRA con los narco-indultos –pese a que se vieron forzados a dar una norma donde se les quitaban los beneficios por reincidencia-, pero los nacionalistas han facilitado la salida, libre de polvo y paja, a los que están disparando a discreción en nuestras ciudades o generando agitación social innecesaria Y NADIE DICE NADA. En este contexto, el oficialismo queda como el club de los mentirosos, corruptos e idiotas (sus aliados también). Humala y cía. terminaron por firmar solitos que son los especialistas en politizar, blindar y defender lo indefendible, y es risible -además de insultante- que se rasguen las vestiduras. ¡Tan inmaculados ellos! 


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.