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Mafalda 10 - Tira 1826

Voto voluntario

Publicado: 2014-10-07

El domingo me reuní con varios colegas y amigos para almorzar tras haber ido a votar. Hablamos de muchos temas, entre ellos, el creciente afán de algunos sectores para lograr que el voto sea voluntario. Una suerte de imitación de lo que hizo Chile durante el gobierno de Piñera.

Por mi parte, ya había conversado del tema con un par de ancianos mientras esperábamos para votar. Ellos creen que quitar la obligatoriedad es, por decir menos, una estupidez peligrosa. Siento que no puedo estar más de acuerdo.

Pros – que me resultan simplones:

1. No tener que ir a votar, salvo que seas elegido como miembro de mesa (lo único que seguiría siendo obligatorio)

2. Los resultados se tendrían en menor tiempo.

3. “Se vería quienes tienen interiorizados los valores democráticos. Se sincerarían las cifras”. Lo pongo entre comillas, si bien es una verdad, porque no aplica para el Perú. Si fuéramos como Suecia o Finlandia podría aceptarlo.

Contras

1. Alta abstención, por ende, los resultados serían engañosos. Habría una distorsión de la realidad política. En el mejor de los escenarios, se incrementaría la tasa de quejas. Al no tener arraigo popular algunas medidas o personajes, la gente diría: “yo no vote por él, puedo pedir y oponerme a la mala”. El pueblo no se haría responsable de sus malas decisiones ni de su desidia para ir a votar, lo que sería utilizado por tanto desgraciado. Peor que ahora.

2. La preinscripción de los votantes sería automática. Los partidos y movimientos con poca moral, más disciplina y con estrategia serían los ganadores de los comicios constantemente. Llevarían con temores y subterfugios a la gran masa a votar. Aquí aplica el temor, el abuso o algún regalo.

3. Podríamos terminar como antes, cuando solo votaba una élite, sin importar la tienda política. Sería mucho más fácil que se gestaran limitaciones a las facultades de todos. En conclusión, se socavaría la democracia.

4. Ningún resultado, bueno o malo para el país, sería aceptado por los contendores. Las palabra fraude y manifestación saltarían de todas las bocas. Ahora se ven movilizaciones “populares” por doquier –algunas justificadas, otras son berrinches-. ¿Cómo sería con el voto voluntario? Eso es darle poder a tronados para desestabilizar al país.

a. Se darían situaciones como antaño. Quemazón de los lugares de votación y de las casas partidarias, pelas por conservar las urnas y cédulas, destrucción de las mismas (algo que también vemos ahora).

b. Ello llevaría a vacíos de poder que el Estado no podría cubrir. Ahora, por ejemplo, los militares y policías han salido corriendo, y no han detenido a la turba como debían para que no salten los amantes de los DDHH a protestar por los disparos y demás.

c. Todo eso conllevaría a que grupos extremistas o militares inconformes tengan la plataforma perfecta para dar un golpe de Estado o, en su defecto, ganar influencia.

d. Asimismo, las zonas más ideologizadas y regionalistas, dominadas por una sarta de delincuentes, podrían tentar independizarse.

e. Ante tanta inestabilidad la economía nacional se iría al demonio. Algunas empresas sacarían sus capitales, las mejor posicionadas probarían subsistir y/o tranzar con quienes crean fuertes para obtener ganancias irregulares también, etc.

Quizá suene fatalista mi análisis, no lo niego, pero creo que es una lección que deja la historia y la idiosincrasia nacional. Para liberalizar el voto es necesario que se desarrolle una conciencia democrática, que se trabaje en el fortalecimiento de valores cívicos y personales, que se fortalezcan las instituciones estatales. Sobre todo, se necesita que la gente desarrolle criterio crítico y pueda analizar a profundidad temas de coyuntura: chau populismo. En conclusión, que se eduque en todo sentido. Mientras tanto, es mejor que sigamos cumpliendo o pagando las multas.


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.