#ElPerúQueQueremos

¿Otro round?

"Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego"

Proverbio árabe

Publicado: 2014-10-06

Quería hablar de la lamentable violencia post-electroral, de los resultados adversos para el PPC o del voto voluntario. Sin embargo, daré respuesta a varios comentarios que he leído por ahí o que me han hecho llegar. Prometo que es la última vez que doy una respuesta directa.

Amigo,

Te corriste de mi columna Reflexión. ¿Por qué será? No me importa tampoco. Me alegra que sigas comentando. ¿Otro round? Bueno, hay que iniciar reconociendo que todos tenemos una subjetividad natural y que el tratar de equilibrarla es una difícil lucha. El sesgo, un problema; aunque, valgan verdades, lo prefiero así, la otra opción sería morir en vida.

En mi columna del domingo todo lo que quería era señalar la necesidad de ir virando la visión de votar a ciegas (o por preferencias superfluas) a una donde se analicen objetivamente las propuestas. Todo ello, inicialmente, por encima de grupos políticos o figuras. Nada de eso implicaba que, tras ese análisis justo, no se descartaran aquellas candidaturas de dudosa moral. Creí que se sobreentendía, además de que estoy seguro que es un buen método. Dicho esto, en esta última elección, donde TODOS tenían algo en lo que cojeaban (por su vida o por sus agrupaciones o sus gestiones), era mejor ir a las propuestas y tratar de buscar un balance. El voto blanco o viciado me parece una irresponsabilidad y por eso no lo considero.

Ahora bien, tus posturas son el NON PLUS ULTRA de la involución. Vergüenza debería darte el haber loado a Sendero anteriormente (no sé si fue un error de lectura o adrede) y opinar sin detenerte a contextualizar y analizar en amplitud las razones que expuse los días anteriores. Ideas enfocadas en lo práctico y necesario. No quiero repetirme, pero acusas a todos de rateros y te cuidas mucho de decir lo calamitoso de la izquierda miserable y retrograda (pseudo-progresista) que todos sufrimos.

Date cuenta que muchas de las libertades y obras que disfrutas hoy no son producto de la zurda (por la retórica y las ideas intolerantes que han soltado sus figuras principales), a pesar de los loables conceptos de igualdad y justicia social. Si los comunistas y caviares hubieran dejado que la izquierda progresista y equilibrada fructificara realmente, otra podría ser mi opinión general. Tampoco, estos beneficios, son producto de la derecha inconmovible. La verdad, tendrías que agradecer mucho de lo que disfrutas a los que reprochas tan alegremente y a otros tantos que, al mencionarte sus nombres, te verías en la obligación de rasgarte las vestiduras (por tratarse de dictaduras de diversos carices). No niego que a mí también se me hace difícil aceptarlo por momentos, por lo polivalente y paradójico de los hechos, pero es historia, es así.

Moraleja: No deberíamos ser miserables en negar las cosas buenas. No debemos ser cobardes en no denunciar las evidentes malas administraciones y casos de corrupción –que merecen sanciones y oposición férrea-. No debemos tener complejos en llamar las cosas por su nombre, nos guste o no. No debemos catalogar a algo o alguien, y meter a todos en el mismo saco, sin tratar de ver más allá.

Como hay legiones de lo peor, hay otros que hacen mucho bien al país, que trabajan en silencio sin ambiciones torcidas y sin ensuciarse las manos con recursos mal habidos. Por eso, quienes no tienen moral, no deberían tener el desparpajo de hablar y condenar a otros en su misma situación o que son mejores que ellos. ¿Soy un soñador? Probablemente, pero no por eso deja de ser necesario arreglar las cosas.

Quizá en mi vida los de izquierda representen a lo que me opongo en una mayor tasa que los de otras posturas políticas. Quizá por eso pueda sonar a que generalizo bastante -aunque realmente no lo hago. Igual, no me cierro, pues para otros puede ser diferente. El verdadero demócrata entiende eso y amplia su visión sin desdeñar su esencia ni lo que cree. Trata de enfocarse en los hechos, resultados tangibles y sus repercusiones (sean buenas o malas). Eso es lo que vivo a causa de mi profesión a diario, no puedo hacerlo distinto. Analizar exhaustivamente antes de dar una opinión debe ser acorde a la importancia del tema. No es dinero ni poder lo que se juega, son vidas -que se morirán de hambre, no tendrán educación o serán envenenadas de a pocos-. Ningún extremo es bueno ni sostenible.

En todo caso, reconozco que hay personas, cualquiera sea su creencia, que tienen criterio, que son muy objetivos y justos, trabajadores y de vanguardia. Personas que han sido mis maestros y/o jefes, a los que respeto por su calidad y moral intachables (y juro que son de diferentes escuelas de pensamiento). Tampoco puedo ni voy a negar que hay otros que han caído de mi estima justamente por traicionar esa coherencia que mostraron siempre.

Espero que puedas curar tu miopía. Saludos.


Escrito por

Carlos Daniel

Administrador de Empresas. Especialista en proyectos para el desarrollo. Escritor y compositor.


Publicado en

Consenso Ilusorio

Espacio de política. No me caso con nadie.