A días de las elecciones y ya comenzaron los atentados terroristas. A pesar que era de esperarse por sus posturas extremistas, también es un resultado de la flexibilidad con la que se les ha venido tratando a los subversivos últimamente. Además, que se espere violencia en las regiones por ejercer un derecho, que pondrá en el poder a varios orates agitadores comunistas, es sumamente contradictorio.

Para volver al tema inicial, parece que la gente se olvida de las atrocidades y el temor constante de los 80s y 90s. Es increíble que con mucho descaro se suelten a los ideólogos subversivos (gente que nunca cambiará). Ni siquiera se les pone vigilancia o un grillete electrónico para seguirlos a tiempo real. Es lo mínimo que debería hacerse, hay que proteger al país.

El Movadef es una probada célula de Sendero, pero se les trata con guante blanco. Parece que el DELITO de apología al terrorismo no existe ya. Están infectando nuevamente las universidades nacionales y todo el mundo se hace de la vista gorda. Luego no nos quejemos de que las nuevas generaciones empiecen a marchar al son de cánticos del PCP-SL. Cosa que tiene grandes posibilidades de ocurrir dada la poca educación y memoria (Ven la foto de Abimael y creen que es un cineasta, ¡por Dios!)

Aparte, se les tiene demasiado miedo y ley a las ONG de Derechos Humanos que solo defienden a delincuentes y asesinos, ¿los demás no tenemos derechos? La mayoría de estas organizaciones están llenas de caviares y/o de personas ingenuas que creen que a esos parias terroristas se les puede tratar como criminales comunes. Claro, que si se trata de soldados, mal pagados y mal comidos, del “Estado abusivo” se les lleva a las cortes internacionales saltándose el derecho nacional. Peor aún, muchos dentro de las ONG son amigos o aliados de quienes han copado el poder y se les premia con cargos públicos o con ser representantes del Perú en algún organismo internacional.

Para más detalles:

(1) El gobierno solo es frontal con sus adversarios políticos en democracia -algunas investigaciones son justificadas y otras, cacerías de brujas en toda cuenta-, velar por el país se les olvidó. Las inversiones bajan, el crimen creció, empieza a escasear el trabajo en algunos sectores… bueno, es la gran transformación, ¿no?

(2) El Poder Judicial es un desastre y da fallos faltos de coherencia. Tampoco es que se pueda pedir mucho de una institución cuyos jueces y funcionarios son o ineptos o corruptos o tienen una agenda política bien digitada. Ya es tiempo de que se les ponga un límite.

(3) La Policía, por no decir el Ministerio del Interior, es un desastre. Sus redes de inteligencia se movilizan para lograr "grandes hazañas" como atrapar al marido de Edita en cuestión de horas, pero no pueden identificar ni montar operativos para atrapar a células terroristas, gobernadores regionales y funcionarios prófugos (muchos amigotes y socios del gobierno) y otros personajes de la peor calaña que llegarán a ser autoridades.